Vivienda en Eibar

Como fotógrafo de arquitectura e interiorismo es un placer poder acceder a viviendas como esta para poner en acción el obturador.

Espacios amplios como el salón y una decoración a base de muebles de diseño elegidos con gusto, ademas de el asesoramiento en distribución, todo ello por parte de Arkibide.

A continuación dejo la descripción de proyecto, como ya sabeis, podéis visitar su web para más información:

Una vivienda en construcción. Pocas veces se presenta la oportunidad de poder ir personalizando un piso a medida que se va construyendo. Partiendo de ciertas premisas, que eran inamovibles, (puertas, suelo de madera), el resto podíamos decidirlo con nuestros clientes.

La distribución cambió totalmente. De un piso con muchas particiones, se ha conseguido una vivienda con mucha profundidad visual, espacios abiertos y diáfanos que se adaptaban a la forma de vida de sus propietarios.

Desde que se realiza el acceso a la vivienda, el hall y distribuidor, encadenan las distintas estancias en una única panorámica.

El salón está dividido en varias zonas, que a su vez se comunican con la cocina, por medio de puertas de cristal que permiten el paso de la luz y amplían la visibilidad. En primer término la zona de TV con dos sofás de Grassoler y la siempre perfecta mesa de I. Noguchi, icono de mobiliario moderno, ya un clásico. Sobre el sofá, una serie de pinturas de R. Urrutikoetxea. Al fondo la zona de comedor, con una mesa de Arco y sillas tapizadas en piel de Ziru, crean un ambiente muy atractivo y equilibrado gracias a la utilización del color neutro y la armonía del mobiliario. Junto a la zona de TV, un sillón relax de Stressless, una mesa auxiliar y el telescopio forman un rincón versátil que realza la carga cromática de la alfombra. Una foto de I. Bericiartu completa el conjunto.

La zona de comedor del salón, se comunica con el comedor de diario a través de una puerta doble de cristal transparente. Nada mejor que una mesa redonda como ésta de I. Noguchi con las sillas Nub de P. Urquiola, para favorecer la conversación. A continuación, la cocina. Ésta se amuebló con armarios lacados en blanco de Santos. El suelo y los frentes, de color gris ofrecen en conjunto sensación de amplitud y desahogo.

Desde el salón y a través de un pequeño pasillo, accedemos a un estudio y al dormitorio principal. En éste, se revistió la pared principal del cabecero con papel vinílico Vescom. Tanto la alfombra como los tapizados y juegos de texturas, llenan de dinamismo el espacio. El vestidor se encuentra tras una puerta corredera realizada a medida en roble y cristales traslúcidos. Los toques azules añaden un contrapunto vivaz al sosegado fondo de tonos beiges y arena. El baño, revestido de mármol blanco con vetas grises, contrasta con el negro pizarra del suelo y la pared frontal. El mueble, de roble natural aporta calidez al espacio.

El segundo dormitorio, en cuya pared se instaló también papel pintado, se decoró con muebles muy ligeros en color blanco. La cama, con el cabecero y el canapé tapizados en color granate alegran el espacio

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